La falta de sus principales figuras, durante la histórica victoria de la noche del martes en Maracaná, le permitió a Junior ser el equipo colectivo y eficiente que su entrenador Luis Amaranto Perea desde hace mucho tiempo venía esperando que se diera. 

Teófilo Gutiérrez, Miguel Ángel Borja, Freddy Hinestroza, Luis González y Germán Mera, son cinco nombres que pesan una tonelada. Son actores principales en el libreto que Perea ha delineado a lo largo de este semestre, son los que han llevado el peso en goles, generación de juego y defensa. 

La noche del martes en el Maracaná, las luces de los reflectores se tuvieron que poner sobre las cabezas de jugadores que no eran más que actores de reparto en el libreto de la temporada. 

Sin embargo, estos reemplazos por necesidad, surtieron efectos sorprendentes en el funcionamiento del equipo. 

Junior fue el equipo que Luis Amaranto quería ver: con solidez en defensa, tenencia de la pelota, continuidad en el juego y sobre todo eficaz para definir en el arco contrario. 

Las cifras lo avalan, Junior tuvo una posesión del 53% en la cual conectó 483 pases con efectividad del 80% y dos remates directos al arco del Fluminense que fueron gol, es decir, una eficiencia para los barranquilleros del 100%.

¿Por qué Junior fue más con jugadores suplentes como Edwuin Cetré, Daniel Moreno, Dany Rosero y Carmelo valencia?

El compromiso línea por línea fue diferente.

A los ‘Tiburones’ se les notó el compromiso uno por uno, los jugadores asumieron disposición de obreros y quisieron, con verdadera pasión por la meta que tenían, reemplazar con calidad las ausencias. 

Fue un triunfo categórico que se ejecutó desde la cabeza de los jugadores que entraron a suplir a ausencias y a gritar “¡aquí estoy yo!”, para demostrar que tienen la categoría para sacar adelante a su equipo. 

Esa misma ambición, pendiente de lo que pueda pasar en el último partido de la Copa Libertadores, es lo que puede empujar a Junior a definir con éxito esta fase definitiva de la temporada.